Cuando eramos 4

Este fin de semana ha sido extraño, mi madre me ha estado revoloteando ... no puedo explicarlo de otra forma, se me apareció como letras en otros blogs, en conversaciones aquí en casa y como nunca incluso hoy me desperté con la sensación de que fue parte de mis sueños. No tenia pensado escribir sobre ella, no ahora que mi mente esta en otra orilla, pero siento que parte de los cambios y de todo lo que ha pasado en este ultimo mes, también tiene que ver con cerrar ciclos, con terminar duelos... y de verdad creo que eso hago hoy.

Han pasado mas de dos años, eso es mucho tiempo y aun no sé como se apaga el dolor de sentirme tan sola, no es algo que tenga relación con la gente que está a mi alrededor, o que sé que me quiere y que yo quiero, por el contrario, agradezco cada una de esas gotas de cariño entregadas y que alegran mis días, pero esta soledad es diferente, es tener la certeza de que aunque la busque, no podré encontrarla, en necesitar tanto de su abrazo para sentir que las cosas pueden resultar y que nunca se está tan mal como uno cree.

Muchísima gente durante estos 2 años me ha preguntado si la siento, si la sueño y mi respuesta siempre fue que no, que hay días en que me cuesta incluso recordar su voz, porque los recuerdos que mas se me vienen a la memoria son los últimos meses, cuando dejó de ser ella, cuando sus ojos ya no brillaban, cuando ya no era mi mamá, y esos son los recuerdos que me duelen.

Siento que hay cosas que nos quedaron pendientes, el que me viera convertirme en una profesional, el saber que está orgullosa de lo que soy, incluso el pensar en nietos... te imaginas? tu con nietos? esa idea aun no pasa por mi cabeza, pero bueno... nunca es malo soñar.

Y miles de lágrimas brotan de nuevo, no puedo evitarlo, ahora que estoy sola en casa es mas fácil, pues todos tienen la extraña percepción de que soy tan decidida, tan segura, que tengo todo tan claro y no es así... tengo tantas dudas de no saber si lo estoy haciendo bien, si las cosas pueden resultar o si me pueden llegar a querer a pesar de la caja de pandora que soy.

Hecho de menos tu perfume (aunque nunca me gusto demasiado, en realidad no me gustaba nada) cuando llovía y observábamos por la ventana a los que se mojaban, cuando para la ultima navidad envolviste muchísimos regalos y justo a las 12 te diste cuenta que no habías envuelto los nuestros, las miles de veces que intentaste enseñarme a tejer, esa película con un nombre que nunca recordábamos pero que siempre volvíamos a ver, cuando me comprabas libros, cuando salíamos solo a "ver" ropa y terminábamos llenas de bolsas y comiendonos unos helados gigantes... obviamente de chocolate amargo...

Me encantaría que estuvieses para poder contarte lo que estoy sintiendo, para que me aconsejaras... aunque sé cual seria tu respuesta... " bebita, usted ya sabe lo que tiene que hacer, siempre lo sabe..."

Siempre defendiste mi independencia que a muchos fastidiaba, el ser políticamente incorrecta, esto de ser antisocial, de demostrar las cosas y las personas que no me gustaban, el poco filtro al decir lo que pensaba y a pesar de nuestras miles de discusiones, apoyaste todas y cada una de mis decisiones, salvo algunos pololos... aunque a otros adoraste.

Hoy siento que comienzan mis días "D"... de terminar duelos, de definiciones, abrir o cerrar puertas, de elegir ventana o pasillo, hoy no te dejo atrás... solo estoy volviendo a ser yo, como cuando estábamos juntas, volver a recordar lo bueno... cuando eramos 4.