Como estos días han estado un poco movidos por decisiones que tengo que tomar, situaciones que definir y que como siempre son producto de las bromas de mi amigo personal el señor destino, y porque las ideas que están en mi cabeza por ahora prefiero dejarlas ahí, es que hoy me permito hablarles de mi gato ... macho (así se llama mi gato y bueno además es macho)
Yo nunca había tenido un gato, siempre perros, por lo que la experiencia de tener un felino se ha convertido casi en una historia de mutuo descubrimiento.
Los gatos, bueno en este caso mi gato es bastante especial (igual que la madre adoptiva que ahora tiene y que esta escribiendo un post sobre el)
Mi visión sobre los gatos a cambiado 100% puesto que siempre pensé que no eran afectuosos y si lo son, macho cuando me ve triste (no sé si es porque me encontrara patética o que) se me acerca muy despacio, se acurruca muy cerca mio, me toca con sus bigotes, ronronea suavemente y se puede quedar durante mucho tiempo a mi lado.
Mi gato muy pocas veces maulla, es bastante silencioso, solo se hace notar cuando tiene hambre o le pasa algo (varias veces se ha quedado encerrado en el baño por lo que ya tiene cierto trauma con ese rincón del departamento).
Tengo que reconocer que en un principio su aspecto dejaba mucho que desear (en realidad era un gato bastante feo y tengo fotos que confirman esto, pero que no publicaré puesto que macho me amenaza con contar algunas historias mías) pero eso se ha ido modificando con el pasar de los días.
Ahora preparamos nuestro primer viaje juntos... a Santiago, espero que esté tan feliz como su madre adoptiva y que el también encuentre nuevos afectos, al igual que los que su madre echa de menos y que espera reencontrar.
Música de hoy: Love song for a vampire. Annie Lennox.
Bram Stoker's Dracula
