sábado, abril 12, 2008

EXTRAÑAR (día 32)

atardecer en mi Santiago...


Te extraño… es así de simple y absoluto.

Te extraño y detesto extrañarte porque significa que no estás cerca.

Y te extraño en la mañana cuando comienza el día y espero sentir el aroma a café.

Te extraño cuando estoy triste pero más cuando sonrío, porque quiero que veas mi rostro iluminado.

Te extraño en esos días y en los otros.

Te extraño cuando quiero verte, leerte, tocarte y descubrirte.

Y te busco con mis dedos solo para rozar tu pelo ondulado.

Y que te rías.

Y que descubramos los secretos de tu ciudad, que pronto también será mía.

Y caminemos por la calle con el nombre de mi país y lleguemos hasta donde nuestros pasos nos guíen.

Y que tus horas sean mías… aunque tenga que compartirte.

Y me imagino a azúcar leyendo las cartas para nosotros.

Y las horas que ya no nos separan.

Y todos y cada uno de mis delirios.

Y que nos pidan que guardemos silencio.

Te extraño hoy.

Te extraño ahora.

Te extraño siempre.

32.

31.

30.

Y que la cuenta regresiva pase rápido.

Y que la hora indicada llegue pronto.

Porque ya no tengo miedo de extrañarte.

Porque solo es.

Porque tenía que ser.

Porque es así.

Te extraño.

No hay comentarios.: