Tengo certezas (no sé si tengo muchas, pero las tengo) y una de ellas es que uno nunca deja de crecer (y por lo mismo nunca dejamos de aprender).
No creo que uno pueda despertarse un día y decir soy un adulto (además que la edad o el “ser adulto” no significa de ninguna forma que vamos a dejar de cometer errores). Yo cometo errores todos los días, la diferencia es que ahora soy capaz de asumirlos, de resolverlos (o por lo menos lo intento) y de evitar volver a cometerlos.
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